martes, 8 de septiembre de 2009

juicios orales contra los genocidas

Por fin, este año, se iniciaron los juicios orales contra los genocidas, más que nunca debemos aprender a defender y acompañar, en el marco de la más amplia unidad posible, nuestras conquistas y derechos. Así como llenamos este monumento para exigir el juicio y castigo a los terroristas de estado, debemos estar todos junto a los trabajadores que bajo los argumentos empresarios de “la crisis”, resisten a los despidos, suspensiones y baja de salarios.
Villa Gdor Gálvez también aportó su cuota de sangre al río artificial creado; el 20 de octubre de 1976 era secuestrado de su casa al obrero Oscar Medina, estaba casado y tenia dos hijas; el 19 de septiembre eran chupados los hermanos Clara y Abel Argento, el 26 de septiembre de 1976 eran detenidos y desaparecidos Miriam Cano, Antonio López, Roberto Devicenzo y Gustavo Bouvier; el 31 de enero eran detenidas, las hermanas Luisa, Teresita y Gladys Marciani, trabajaban en el frigorífico Swift y la Cooperativa, se encentraban embarazadas y parieron estando detenidas, Luisa fue asesinada en la mazmorras de I servicio de informaciones de Rosario, junto a ellas se llevaron a sus esposos, hijos y vecinos, diez personas en total; el 25 de febrero de 1977, justo en la fecha del aniversario de la ciudad, los militares intervinieron la Biblioteca Vigil, que se hallaba construyendo un edificio con fines sociales, en las costas del Río Paraná, hoy ese lugar se llama Costa Esperanza. Hubo purgas el frigorífico Swift, despedidos en los talleres Filippini, expropiación de camiones del frigorífico Paladini, enfrentamientos en el barrio talleres, razias en las líneas de colectivo locales; despedidos en Montenegro, detenidos a Coronda, Villa Devoto, para el sur o para el norte. Existen sospechas que en la quinta militar, propiedad del ejército, ubicada al lado del Parque Sur haya sido un centro clandestino. Los perseguidos eran trabajadores que adherían al partido justicialista, radical, comunista y del PRT. Ni los perros se salvaban, las perreras repletas los amontonaban y los fines de semana eran gaseados.
Aquel 24 de marzo de 1976 en Villa Gobernador Gálvez amaneció, no como un día mas, si bien los obreros Siguieron yendo a los frigoríficos, abrió el correo como siempre, el almacén de la calle Filippini también y las amas de casas dispuestas en su quehacer doméstico cotidiano. Pero temprana a la mañana al frente de la columna de camiones militares iba el capitán Carlos Zampieri, se dirigió al edificio municipal, lo mando de vuelta a su casa al por entonces intendente justicialista, Santos Mauro, y a los concejales, luego serian detenidos también. Quedo a cargo corno comisionado o interventor hasta el 20 de agosto de ese año.
Luego de las consultas Invisibles y consabidas, ese día, asumió el ex teniente coronel Dardo Darío Rocha y una pléyade de colaboradores impresentables del orden local. Ellos nunca supieron de qué se trababa o tal vez si, no sabían que había obreros detenidos y desaparecidos, no sabían que se torturaba o se despedía. Lo importante para ellos en esa hora de la patria, era administrar. En la capilla Nuestra Señora de la Paz de Pueblo Nuevo, se encontraba el sacerdote Eugenio Segundo Zitelli, capellán de la jefatura, que les decía los detenidos, que se torturaba para obtener información
La concentración de la riqueza instrumentada muestra su faz en las multinacionales instaladas, de la carne, los granos o el jabón. La violencia y el saqueo perpetrado construyeron el despojo que tiene cara de desocupación, yuyales, indiferencia, brucelosis, suicidios de jóvenes, ocho asentamientos precarios, adicción creciente, impunidad. Las generaciones que nos precedieron pagaron un alto precio por mantener sus interpretaciones, los sueños de una sociedad más justa, con mayores posibilidades para los más desprotegidos, olvidados y para todos, en definitiva es la esencia viva que proporcionaba el sustento a las etnias, inmigrantes europeos y del país en La tierra Sin Mal.
Horacio Aquino
Archivo VGG Noticias Nº 1