martes, 3 de febrero de 2009

EL KIRCHNERISMO Y LA CENSURA A LOS MEDIOS

REFLEXIONES EN TORNO AL CASO NELSON CASTRO

No hay argumento posible que justifique la censura, menos aún cuando esta proviene por parte de un gobierno. Es que el Estado debe ser justamente el garante de los derechos que pudieran estar en riesgo para la sociedad, no lo contrario. Cuando un gobierno, cualquiera que fuere, censura a la prensa, está dando un mensaje inequívoco a la sociedad: no se tolerarán críticas a la gestión oficial. Cuando esto sucede, en general —no siempre— es porque se intenta esconder la corrupción cometida por los funcionarios de turno. Este caso no es la excepción. Desde el año 2003, cuando asumió Néstor Kirchner, los casos de censura a los medios se han multiplicado escandalosamente. Se ha levantado el teléfono oficial, no sólo para pedir que se coartara la libertad de expresión de diversos hombres de prensa, sino para presionar a auspiciantes a efectos de que no pauten publicitariamente en medios independientes, como le ha sucedido al grupo editorial Perfil. Asimismo, se han cooptado docenas de medios y se han fundado otros tantos para alabar la gestión oficial.
Pocas dictaduras y totalitarismos podrían envidiar semejante proceder.